martes, noviembre 09, 2004

JEFE

Hace días que tengo ansiedad, estoy nerviosa y triste a la vez. Todo se junta y cada día es peor ir a trabajar. Hoy, por fin, me he decidido a hablar con mi jefe. Y la verdad, he salido contenta, aunque por ahora, la situación no ha mejorado de forma considerable, pero sí lo puede hacer en un futuro.
Me he aplicado mi teoría de que "lo que no se comunica no existe" y, he comprendido que no puedo quejarme en silencio sin que nadie sepa cómo me siento y cual es mi situación. Casi sin tenerlo planeado, y digo casi porque soy tan racional que hubiera ido con el discurso aprendido, he entrado en su despacho y le he comentado mi situación. Me he armado de valor, me ha costado, y eso que es un persona cordial y comprensiva, pero... estas cosas siempre cuestan.
Va a hacer lo posible por mejorarla y sobretodo, me he sentido mucho mejor. Creo que todo jefe debe saber la situación de sus empleados, tanto si es buena, como si no lo es tanto.
Quizá las cosas cambien próximamente. Por lo menos, esta vez, no me he quedado callada.