viernes, octubre 22, 2004

DESPUÉS DE LA TEMPESTAD...

... llega la calma. Y lo tengo más que comprobado, pero aunque lo sepa por experiencia propia, cuando estás furioso, dolido y enrabietado, no puedes pensar en que todo pasará, sino en lo peor.
Me enfurecí demasiado, y ahora todo ha pasado.
El sentimiento de culpa desaparece poco a poco, porque veo que todo se ha solucionado. Y es que quizá yo no tuviera toda la culpa, pero eso ahora ya no importa...
Y es que hay que ver las historias que nos montamos ante la incertidumbre, la inseguridad y la falta de apoyo. Pero todo pasó. Hemos vuelto a la misma calma que antes y he aprendido de nuevo varias cosas: a no hacerme excesivas ilusiones y a no decir las cosas cuando estoy enfurecida, sino pasado un tiempo, mucho mejor en frío. Hay que ver qué cosas podemos llegar a decir en esos momentos de éxtasis...
No puede ser todo siempre como yo quiero y.... debería darme cuenta más a menudo de la suerte que tengo.