SIN RUMBO
Es época de cambios, de falta de tiempo, de volver a replantearme muchas cosas. El cambi ode trabajo me está afectando más d elo que pensaba. Hace ya 4 meses que estoy instalada y creo que más que integrada, pero mi visión sobre las cosas va cambiando, y a la vez, madurando.
He visto injusticias en estos 4 meses, injusticias que se llaman despidos, y cuando no son justificados, me hacen sentir muy muy mal. En un caso me ha tocado muy de cerca. Mi compañera, la que me enseñó todo cuando yo no sabía nada, después de 4 años dando mucho por la empresa, le dijeron que ya no hacía falta que volviera. Y todo esto, sin corazón alguno.
Amorosamente, todo bien. Es época difícil, porque por circunstancias, más de las habituales, no nos vemos tanto o en el lugar que los dos quisiéramos. Seguimos luchando por la distancia día a día. Con sufrimiento pero a la vez con alegría y compresión.
Siento que la falta de tiempo me ahoga más que nunca. Pierdo memoria por momentos, y me salto los detalles que antes hacía sin pensar. Y esto, en el fondo, me asusta. No quiero descuidar nada ni nadie de mi alrededor, quiero demostrarles siempre cuántos les quiero, pero a veces, nunca encontramos el momento.
Una mierte cercana también me afecta estos días. No le conocía, pero su historia conmueve a cualquiera. Somos tan inocentes, tan frágiles, tan débiles. Podemos caer en cualquier momento, y aún no nos damos cuenta.
Gracias por las muestras de carño en cuestro comentarios, porque me leéis esperando algo al otro lado y no abandonáis. Porque ni siquiera os puedo leer, pero os echo de menos.
Voy a ntentarlo, por mí, por vosotros, voy a dedicar un porquito de tiempo a mis tiritas, a mis pupitas y a toda esta espuma de los días.
He visto injusticias en estos 4 meses, injusticias que se llaman despidos, y cuando no son justificados, me hacen sentir muy muy mal. En un caso me ha tocado muy de cerca. Mi compañera, la que me enseñó todo cuando yo no sabía nada, después de 4 años dando mucho por la empresa, le dijeron que ya no hacía falta que volviera. Y todo esto, sin corazón alguno.
Amorosamente, todo bien. Es época difícil, porque por circunstancias, más de las habituales, no nos vemos tanto o en el lugar que los dos quisiéramos. Seguimos luchando por la distancia día a día. Con sufrimiento pero a la vez con alegría y compresión.
Siento que la falta de tiempo me ahoga más que nunca. Pierdo memoria por momentos, y me salto los detalles que antes hacía sin pensar. Y esto, en el fondo, me asusta. No quiero descuidar nada ni nadie de mi alrededor, quiero demostrarles siempre cuántos les quiero, pero a veces, nunca encontramos el momento.
Una mierte cercana también me afecta estos días. No le conocía, pero su historia conmueve a cualquiera. Somos tan inocentes, tan frágiles, tan débiles. Podemos caer en cualquier momento, y aún no nos damos cuenta.
Gracias por las muestras de carño en cuestro comentarios, porque me leéis esperando algo al otro lado y no abandonáis. Porque ni siquiera os puedo leer, pero os echo de menos.
Voy a ntentarlo, por mí, por vosotros, voy a dedicar un porquito de tiempo a mis tiritas, a mis pupitas y a toda esta espuma de los días.
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