miércoles, septiembre 22, 2004

TERREMOTO

Pues sí, ayer hubo un pequeño terremoto en Catalunya, y yo, que vivo en Barcelona lo noté. Ahora, lejos de aquellos segundos de incertidumbre y de pensar que estaba loca al ver que todo a mi alrededor se movía, pienso que la gente está aburrida. A los pocos segundos, la radio se colapsó de llamadas de gente contando su experiencia, y lo más divertido es que cada uno lo había notado más que el otro. "Yo más...". Y es que la gente se aburre, o tiene los teléfonos de la radio memorizados para llamar a la mínima de cambio o... no lo sé. Lo mismo pasó con los medios de comunicación y con los bomberos. No daban a basto con las llamadas.
Por otro lado, el hecho de que ayer hubiera un pequeño seísmo que nos hizo temer un poco a todos, me hace pensar en que nos hemos vuelto más susceptibles en los últimos tiempos, hasta el punto en que un simple apagón en el metro haga gritar a todos los pasajeros por miedo a un atentado. El terrorismo, la incertidumbre y el miedo nos hacen agrandar las más simples anécdotas cotidianas.
Sin embargo y, tristemente, tenemos motivos para poner el grito en el cielo por cualquier fenómeno paranormal. Quizá ya nunca podamos volver a vivir tan tranquilamente como antes. Yo, al menos, así lo siento.